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11 de mayo de 2022
Si está planteándose adquirir un motor nuevo, lo más probable es que los motores eléctricos sean su primera opción. Sin embargo, ¿sabía que no siempre son la mejor solución? Especialmente cierto en los entornos industriales más exigentes, en los que los motores neumáticos pueden ofrecer un rendimiento superior.
En muchas aplicaciones, los motores neumáticos pueden ser más duraderos, eficientes, versátiles y seguros, lo que le permite trabajar de forma más productiva. Los motores neumáticos tienen numerosas ventajas, veamos cuales son en profundidad:
Los motores neumáticos proporcionan un funcionamiento fiable en aplicaciones de servicio pesado, en las que los motores eléctricos fallarían. Esto se debe a que no les afecta los entornos extremos, ya que funcionan de forma fiable en entornos industriales o húmedos, así como en aplicaciones en las que hay humedad. Estas condiciones suelen causar corrosión en los motores eléctricos, pero no suponen ningún problema para los motores neumáticos. También pueden soportar vibraciones y temperaturas bajas y altas (de -30° a 150°).
Además, las sobrecargas que exceden el par de arranque normalmente provocarían que los disyuntores se dispararan y que los motores eléctricos se detuvieran, lo que da como resultado un tiempo de inactividad costoso e indeseado. Los motores neumáticos no sufren este problema; por lo tanto, pueden aumentar su tiempo de actividad. Además, tampoco se sobrecalientan si se detienen bajo carga y son ideales para procesos de arranque y parada constantes.
Los motores neumáticos son más pequeños que los eléctricos, por lo que puede ahorrar espacio alrededor del equipo y tener un área de trabajo más ordenada. Estos motores son más compactos y ligeros (entre 4 y 6 veces más) que un motor eléctrico con una potencia de salida equivalente. Además, tienden a tener una mayor relación potencia/peso, lo que significa que un motor neumático más pequeño puede suministrar la misma potencia que un motor eléctrico del mismo tamaño.
Los motores neumáticos son más sencillos que los eléctricos y más fáciles de instalar. Puesto que no disponen de cableado eléctrico, no es necesario que un electricista cualificado lo instale, lo que reduce los costes de instalación. También se puede conectar y desconectar fácilmente el suministro de aire según sea necesario, y la salida se ajusta automáticamente para adaptarse a la carga aplicada. Además, los motores neumáticos no requieren de componentes de apoyo, como arrancadores magnéticos y protección de sobrecarga.
Por lo general, tienen unos costes de mantenimiento y funcionamiento más bajos, por lo que también puede obtener beneficios en este aspecto.
Los motores neumáticos son increíblemente fáciles de usar. Ofrecen varias velocidades de funcionamiento y rangos de par, un ajuste de potencia sencillo y la posibilidad de un arranque progresivo o inmediato. Además, los motores neumáticos son fáciles de montar en cualquier estructura o diseño de motor neumático del cliente, y no necesitan certificación ni acreditación específicas, a diferencia de los motores eléctricos.
Los motores eléctricos y sus cajas de distribución pueden provocar chispas. Esto sería devastador en áreas peligrosas con atmósferas explosivas e inflamables. Sim embargo, los motores neumáticos no producen calor ni riesgo de chispas, por lo que son ideales para estos entornos y pueden funcionar de forma segura. Además, están disponibles en versiones ATEX y de acero inoxidable, lo que garantiza que soporten las condiciones más exigentes.
Aunque los motores neumáticos ofrecen muchas ventajas frente a los motores eléctricos, estos últimos también tienen algunas ventajas. Por ejemplo, si no hay una fuente de aire adecuada, la instalación de motores eléctricos será más rentable que la un sistema neumático completo (incluido compresor, controles, filtros, etc.).
Los motores eléctricos son más precisos y su velocidad se puede controlar con precisión dentro de un margen del ±1 %. Esto se debe a que los motores neumáticos pueden ser vulnerables a fluctuaciones en el flujo y la presión del sistema de aire, lo que da como resultado ligeras variaciones de velocidad y par.
Por último, los motores eléctricos se pueden conectar con sensores y es posible programarlos. Además, algunos motores eléctricos también pueden avisar a los operadores si es necesario realizar un mantenimiento preventivo.
A continuación, encontrará un breve resumen de los aspectos en los que los motores neumáticos superan a los motores eléctricos; así, podrá seleccionar el producto que mejor se adapte a sus necesidades:
Si su planta cuenta con una red de aire existente y no es necesario un alto nivel de precisión y control de velocidad, los motores neumáticos son la solución perfecta. Los motores neumáticos tienen muchas ventajas en comparación con los motores eléctricos, y puede integrarlos fácilmente en múltiples aplicaciones e industrias, como la automoción, la medicina, la química, la alimentación, la energía y la fabricación de maquinaria.
Sin embargo, con tantos motores neumáticos disponibles en el mercado, puede resultar difícil saber por dónde empezar. Obtenga más información sobre los motores neumáticos en nuestra zona de expertos Cómo seleccionar el motor neumático adecuado o mediante nuestro selector de motores neumáticos, una herramienta que le ayudará a seleccionar el motor que mejor se adapte a sus necesidades en tan solo tres sencillos pasos.
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11 de mayo de 2022
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